Oliverio
Girondo
Pedestre
No
fundo da rua, um edifício público aspira o fedor da cidade.
As
sombras quebram o espinhaço nos umbrais, se encostam para fornicar
na calçada.
Com
um braço preso à parede, um farol apagado tem a visão convexa da
gente que passa de automóvel.
Os
olhares dos transeuntes sujam as coisas que se exibem nas vitrinas,
afinam
as pernas que pendem debaixo das capotas das carruagens.
Junto
à beira da calçada um quiosque acaba de engolir uma mulher.
Passa:
uma igreja igual a um farol. Um bonde que é um colégio sobre rodas.
Um cão
fracassado,
com olhos de prostituta que nos dá vergonha só de olhar e deixá-lo
passar.
De
repente: o vigilante da esquina detém de um golpe de batuta todos os
tremores
da
cidade, para que se ouça um só sussurro, o sussurro de todos os
seios a
se
roçarem.
Trad.
livre : LdeM
Pedestre
En
el fondo de la calle, un edificio público aspira el mal olor de la
ciudad.
Las
sombras se quiebran el espinazo en los umbrales, se acuestan para
fornicar en la vereda.
Con
un brazo prendido a la pared, un farol apagado tiene la visión
convexa de la gente que pasa en automóvil.
Las
miradas de los transeúntes ensucian las cosas que se exhiben en los
escaparates, adelgazan las piernas que cuelgan bajo las capotas de
las victorias.
Junto
al cordón de la vereda un quiosco acaba de tragarse una mujer.
Pasa:
una iglesia idéntica a un farol. Un tranvía que es un colegio sobre
ruedas. Un perro fracasado, con ojos de prostituta que nos da
vergüenza mirarlo y dejarlo pasar.
De
repente: el vigilante de la esquina detiene de un golpe de batuta
todos los estremecimientos de la ciudad, para que se oiga en un solo
susurro, el susurro de todos los senos al rozarse.
Buenos Aires, agosto, 1920
…
Praça
As
árvores filtram o ruído da cidade.
Caminhos
que se ruborizam ao abraçar a redondez dos canteiros. Idílios que
explicam
qualquer coisa negligencia culinária. Homens anestesiados de sol,
que não
se
sabe se tem morrido.
A
vida aqui é urbana e é simples.
Somente
a complicam:
Um
destes homens com bigodes de boneco de cera, que enlouquecem as
amas-de-leite e exige delas tudo o que têm ganhado com seus úberes.
O
guarda com sua bomba, que é um 'Manneken Pis'.
Uma
senhora que faz gestos de semáforo a um vigilante, ao sentir que
seus gêmeos
estão
se estrangulando em seu ventre.
Trad.
livre : LdeM
nota:
'Manneken
Pis'
PLAZA
Los
árboles filtran un ruido de ciudad.
Caminos
que se enrojecen al abrazar la rechonchez de los parterres. Idilios
que explican cualquiera negligencia culinaria. Hombres anestesiados
de sol, que no sesabe si se han muerto.
La
vida aquí es urbana y es simple.
Sólo
la complican:
Uno
de esos hombres con bigotes de muñeco de cera, que enloquecen a las
amas de cría y les ordeñan todo lo que han ganado con sus ubres.
El
guardián con su bomba, que es un "Manneken-Pis".
Una
señora que hace gestos de semáforo a un vigilante, al sentir que
sus mellizos se están estrangulando en su barriga.
Buenos
Aires, diciembre, 1920
In:
Veinte poemas para leer en el tranvía /
1922
para
ler
online
mais
info / poemas
Leonardo
de Magalhaens
Nenhum comentário:
Postar um comentário